Los misteriosos orígenes de los menhires: descubre su historia

Los misteriosos orígenes de los menhires siempre han intrigado a la humanidad. Estas imponentes rocas verticales, conocidas como megalitos, han sido erigidas y veneradas por numerosas generaciones desde la prehistoria. Las más famosas son sin duda las de Carnac, en Bretaña, que datan de hace 7000 años. Este artículo te sumergirá en sus enigmas, a través de leyendas y descubrimientos arqueológicos.

Menhires y misterios: en búsqueda de sus orígenes

Un legado ancestral

Estos monumentos megalíticos no son exclusivos de la cultura celta, sino que datan del Neolítico, entre los años 3500 y 2000 antes de Cristo. Fueron erigidos por una civilización que se extendió desde Portugal hasta Inglaterra e Irlanda, y se pueden encontrar similares en otras partes del mundo como Escandinavia, áfrica del Norte, etiopía, siria e incluso Asia.

Génesis de los nombres

Carnac, el sitio más emblemático donde se encuentran estos menhires, proviene del celta « CAIRN » o « CARN », que significa colina o elevación. Los alineamientos de menhires en Carnac constan de varios sitios distintos: el Menec, kermario y Kerlescan son algunos ejemplos.

Ahora bien, tras haber despejado algunas incógnitas sobre su origen cultural y geográfico, intentaremos profundizar en las leyendas que rodean a estas misteriosas piedras.

Las leyendas en torno a las piedras erguidas

La leyenda de Saint Cornély

Una de las historias más conocidas es la de Saint Cornély, un papa perseguido por un emperador romano que supuestamente transformó a los soldados romanos en piedras en Carnac. Se dice que estos soldados petrificados sólo se mueven una vez al año, a medianoche durante la noche de Navidad, para ir a beber en los riachuelos cercanos.

Tesoros ocultos y castigos divinos

Otras creencias sugieren que ciertos menhires esconden tesoros. Sin embargo, aquellos que han intentado buscarlos han muerto. Algunos menhires dispersos alrededor de los alineamientos serían soldados rezagados transformados en piedra donde estaban parados, como el que se quedó en el pueblo de Kerlann para beber sidra.

Después de explorar el reino mítico y legendario, veamos cómo la arqueología nos ayuda a datar estos misteriosos megalitos.

La arqueología al servicio de la datación de megalitos

Un patrimonio milenario

Los menhires de Carnac no son de origen galo sino neolítico. Los megalitos europeos fueron erigidos entre 5000 y 2000 años antes de Cristo. Entre ellos, el Dolmen de Bougon en Deux-Sèvres y la necrópolis datada de 4700 años antes de Cristo, son algunos de los más antiguos de Europa.

Actual investigaciones

Los alineamientos de Carnac son objeto de estudio y se propone su inscripción en el patrimonio mundial de la UNESCO. La variabilidad en la altura de estos menhires, que oscila entre 45 cm y 6 metros, así como su disposición a lo largo de aproximadamente cuatro kilómetros, siguen siendo temas de investigación arqueológica.

Finalmente, después del análisis científico, es hora de explorar las teorías sobre las funciones y usos que se supone tenían los menhires en épocas ancestrales.

Cultos y calendarios: teorías acerca del uso de los menhires

Funcionalidad religiosa

Una teoría ampliamente aceptada sugiere que estos megalitos eran parte integral de los rituales religiosos prehistóricos. Algunas piedras pueden haber sido adoradas por sus propiedades curativas o por su supuesta conexión con los dioses.

Sistemas astronómicos

Otra hipótesis sostiene que los menhires podrían haber funcionado como complejos sistemas astronómicos para registrar los solsticios y equinoccios. Esto habría permitido el desarrollo del ciclo agrícola y hubiera marcado fiestas religiosas importante.

Hemos jugado a ser detectives del tiempo para descubrir las pistas que nos dejaron nuestros ancestros en forma de menhires. Estas majestuosas piedras nos hablan de un pasado distante y misterioso, lleno de leyendas y rituales. Los menhires de Carnac son una prueba viva del ingenio humano y su deseo por trascender el tiempo.